Cómo tratar con un Departamento de Compras de forma efectiva
Una de las partes más difíciles del trabajo de un vendedor es tratar con
los departamentos de compras. Tanto si eres un/a nuevo/a vendedor/a o si ya
eres veterano/a, es probable que estés de acuerdo en que el trato con un
departamento de compras puede crear una enorme cantidad de estrés a un
vendedor. A menos que no estés realmente preparado, no hay razón para que temas
tratar con un departamento de compras.
Como expliqué en mi post anterior "4 pistas para entender a los gerentes de compras" un departamento de compras no es más que un grupo de individuos reunidos
con el único propósito de tratar de ahorrar dinero para su empresa. La clave
para el vendedor es recordar que a pesar de que el objetivo nº 1 del departamento
de compras es ahorrar dinero, esto no quiere decir que su función sea solo
focalizarse en el precio, hay otras
formas de valorar su aportación a este ahorro y tu misión es … ¡facilitárselas!.
Los departamentos de compras ven su papel como el de ‘gerentes’ de la
cadena de suministro. Su trabajo es también asegurarse de que la compañía hace lo que se supone que debe hacer de una
manera eficiente que requiera tan poco capital como sea posible. Lo que
esto significa es muy sencillo: El trabajo del departamento de compras es mucho
más que pelear con vendedores (ver artículo en enlace de "Capacitarse online")
Por supuesto, lo comentaba en mi post anterior, muchos PM suelen disfrutar
de la emoción de conseguir un precio más bajo, pero eso no os diferencia. Como
vendedor/a, disfrutas de la emoción de conseguir una nueva venta. Así que hemos
de aceptar el hecho de que el PM no está haciendo nada más de lo que se supone
que debe hacer.
De mi visión y la perspectiva de otros vendedores, te aporto 3 puntos
vitales a tener en cuenta cuando se trata con un departamento de compras:
1. Puede parecer que lo que buscan
es un precio bajo, pero si compran algo que es barato, pero no funciona,
entonces tienen que reemplazarlo. De este modo, se encuentran con un doble
costo. El concepto ‘precio bajo’ es
realmente secundario comparado con el rendimiento del producto/servicio que
están comprando (de ahí las 'RFP' o 'request for proposal' / 'normas de participación')… Por eso tienes que estudiar las necesidades
de tu cliente más allá del ROI de tu producto/servicio, para así hacerles ver cómo
les puedes ayudar a mejorar su negocio con tu expertise: Dándoles mucho más de lo que esperan por el precio que pagan.
2.
Los agentes de compras pueden
decir que deben obtener un precio más bajo, pero en realidad su objetivo es
realmente ahorrar “X” cantidad de dinero - y no necesariamente tiene que venir
de tu oferta de descuento en el precio- y ahí
tienes tu oportunidad: demostrarles como tu oferta les va a hacer ganar/ahorrar
más dinero (estudios serios, fiables, demostrables, no solo promesas). Si
no, los PM apretarán a los vendedores que parecen ser los más débiles y más
vulnerables. Esto tiene sentido, ya que están sencillamente tratando de administrar
su tiempo. Por lo tanto, van a asegurar los ahorros que necesitan de quien
ellos creen que los van a obtener con la menor cantidad de energía (es más rápido
obtener un descuento que entender una estrategia de ahorro de la inversión a
plazo).
3.
No dudes en poner en ‘tensión constructiva’ a un PM. A los jefes de compra les
encanta verse a sí mismos frente a los los vendedores como si controlasen su
carrera. Lo que realmente están haciendo es ver hasta qué punto se les puede presionar.
En una negociación (que no siempre buscan ‘win-win’, van a seguir presionando
hasta obtener beneficios adicionales y precios más bajos. Cuando un PM exige un precio más bajo, lo único que está haciendo es
dirigirse hacia el producto/servicio que saben que funciona mejor, ya que saben
que casi siempre hay flexibilidad en la fijación de precios. Debería
servirte como ‘señal de compra’. Es tu confianza como vendedor/a la que va a
ser el mejor indicador de si van o no van a tener éxito en presionarte a bajar
el precio.
Resumiendo: a los PM les encanta ‘tirarse el farol’ diciendo que van a
comprar a uno de tus competidores si no bajas tu precio. En realidad, esto
sucede mucho menos de lo que los vendedores piensan. Al oír la amenaza de que
van a ir a otro proveedor, la mayoría de los vendedores se encogen y dan al gerente
de compras lo que buscan. Lástima que la única cosa que el vendedor ha hecho sea
renunciar a los beneficios (reduciendo el
margen, pero siempre lo disculpamos: nuevo cliente, cuenta de referencia,
comprará más más adelante…). Es este tipo de respuesta la que da a los vendedores
su reputación ante los compradores. La próxima vez que se sienten con ese
vendedor, saben que le podrán volver a apretar en el precio (si el vendedor no
ha hecho antes bien su trabajo desarrollando efectivamente los 3 puntos
anteriores).
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