El viernes cené con un amigo y director de ventas de una gran empresa
industrial y me comentaba –como en muchas ocasiones he oído últimamente- que en
la situación actual de presupuestos reducidos (menguantes diría yo), creciente
competencia, compradores más ‘sofisticados’ (exigentes en el servicio pero poco
generosos en el precio) conseguir la
lealtad de sus clientes es cada día más difícil: “Y es que, haciendo todo lo que quieren que hagamos por ellos, no
tenemos garantizada su fidelidad” ¿Os suena?. Pero la pregunta sería: ¿Todo? ¿Qué es todo? ¿Darle al Cliente lo
que espera conseguir por lo que paga?.
Es obvio que, hoy en día, para hacer
negocios y establecer una verdadera lealtad con los clientes, se necesita mucho
más que un buen precio, un buen producto y un buen servicio. La fórmula: “Darle
al Cliente siempre un poco más de lo que espera por el precio que paga” (Cosimo
Chiesa dixit) ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo hacerlo?
Aquí comparto con vosotros 3
buenas prácticas que comenté con mi amigo al respecto…